Por Javier Barral
El objeto de este análisis es el cuento No se culpe a nadie de Julio Cortázar. En él se aprecian rasgos del Realismo mágico: la narración de hechos insólitos, fantásticos e irracionales en un contexto realista. La acción cotidiana de quitarse un suéter se combina con elementos fantásticos: una mano amenazante fuera de control y numerosas metáforas que proporcionan a la narración matices que rebasan los límites de la realidad.
En cuanto a su estructura, es destacable que el relato sigue un orden cronológico lineal, debido, en parte, a su brevedad. Además, puesto que en este cuento existe una única acción, este está escrito en un solo párrafo. A pesar de esto, se diferencian tres partes: la primera, presenta el lugar donde transcurre, el protagonista y la propia acción; en la segunda, comienza a complicarse la trama y se describe el repetido intento de “liberación” del protagonista; por último, el protagonista acaba cayendo desde un décimosegundo piso tras sucumbir al intento de quitarse el suéter.
El lenguaje empleado en la narración es bastante peculiar, a pesar de que en él no encontramos prácticamente ningún extranjerismo o expresión latina, a excepción de la palabra pulóver (suéter). La peculiaridad literaria en el lenguaje se encuentra en factores como el ritmo. Este evoluciona, en un inicio, desde un modo pausado y relajado, hasta llegar a uno acelerado y tenso, que se consigue mediante una constante subordinación en la que se incluyen numerosos adjetivos que describen angustia y que aportan dramatismo, generando así un ambiente de mayor preocupación que en un inicio. Por otra parte, también llama la atención el uso de figuras literarias: personificaciones (las pestañas tropiezan dolorosamente con la lana) o la propia acción, la cual es una metáfora ya que el suéter representa la vida, y la dificultad para quitárselo, las ataduras que a esta se le imponen.
Sin duda, lo más complejo en este cuento es el tema. No se trata únicamente de un personaje que quiere ponerse una prenda y acaba por quedarse atrapado en ella, sino que esta acción encierra otra de mayor trascendencia. Bien es cierto que la interpretación del tema depende de cada uno, y que la primera vez que se lee no se encuentra más que un «simple» relato, pero tras releerlo y buscar algo de información uno se da cuenta de que el tema es bastante complejo, como suele ser normal en los cuentos de Cortázar.
Los puntos clave del tema son los siguientes: el suéter representa la vida, la cual genera en el sujeto un sentimiento de angustia y malestar, pero ¿a qué se debe esta angustia?, Principalmente a las ataduras de los convencionalismos que, en parte, nosotros mismos nos imponemos complicándonos una vida con la que no estamos contentos. Estas ataduras nos impiden salir de la “prisión”. Las mismas quedan representadas por los verdaderos personajes del cuento: las manos. La izquierda queda fuera de control y actúa de forma amenazante. Esto es porque cuando nos dejamos llevar por una convención (ya sea social ideológica, etc.) solemos perder el control y las riendas de nuestra propia voluntad. Esto contrasta con la derecha, la cual aún queda bajo la voluntad del protagonista pero se ve mermada y apresada por la mano izquierda que cada vez va ganando aún más control sobre la voluntad del sujeto. Por lo tanto, la lucha entre ambas manos y el suéter en el cual se encuentra atrapado y del que no puede escapar, representa la lucha interna del individuo (sus dos caras). Este desequilibrio genera en el un sentimiento de angustia, descontento y agobio. La única manera de liberarse y de escapar de ellos es la muerte.
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Fuentes de referencia: https://prezi.com/hbb41xk8gi5_/no-se-culpe-a-nadie/ (presentación Prezi)
la mano izquierda es la que sigue atrapada en el suéter y la derecha la que lo amenaza
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